Dr. Carlos P. Baquedano Villegas
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PEDICULOSIS DE LA CABEZA
Autores: J.M. Gairí Tahull; V. Molina Morales; F.A. Moraga Llop; X. Viñallonga Sardá; E. Baselga Torres.
Protocolos de la Asociación Española de Pediatría: Dermatología
Resumen de artículo original
 
ALGUNOS DATOS INTERESANTES SOBRE LOS PIOJOS.
 
Los piojos son insectos. Hay más de 3000 especies de piojos conocidas, de las cuales se desconoce la biología en la mayoría excepto en los que infestan la especie humana.
 
Los humanos pueden estar infestados por tres tipos de piojos: piojo del cuerpo (Pediculus humanus corporis), piojo del pubis (Pthirus pubis) y piojo de la cabeza (Pediculus humanus capitis).
 
El piojo del cuerpo puede transmitir enfermedades sistémicas pero no lo hace el piojo de la cabeza.
 
Los piojos humanos no infestan a otros animales. Necesitan la ingesta de sangre humana varias veces al día y no viven fuera del cuerpo humano más de dos días. No tienen alas (no vuelan), no saltan pero se desplazan fácil y rápidamente por el cabello de un pelo a otro si está seco. Si el pelo está húmedo se mueven torpemente y son más vulnerables, se identifican más fácilmente y se pueden eliminar con más facilidad.
 
El piojo femenino adulto adhiere los huevos al pelo con una sustancia insoluble al agua y similar al pegamento. Los huevos vivos (con embrión) tienen un color gris gelatinoso y están situados cerca del cuero cabelludo (a 3-4 mm).
 
El huevo tarda unos 8-10 días en vaciarse (dejar salir al piojo joven o ninfa) y se pone cerca de la raíz; como el cabello crece unos 0,4 mm/día cualquier huevo situado a más de 1 cm del cuero cabelludo casi seguro que está vacío.
 
Muchos padres piensan que una infestación por piojos no va a ocurrir nunca en su familia. No es un signo de mala higiene. No significa que los niños sean sucios o poco cuidadosos.
 
Una higiene meticulosa no previene la infestación. Cuando ocurre se produce un gran impacto familiar físico (picor, sobreinfecciones), emocional (“mi hijo está poco limpio”, “la casa está sucia” “toda la casa se llenará de piojos” “problemas con mis otros hijos”), social (“si lo saben los familiares, amigos, colegio... que ocurrirá”) y económico (gastos de pediculicidas, peines, peluquería, limpieza...).
 
Uno de los primeros síntomas y el más frecuente es el prurito del cuero cabelludo aunque muchos niños están asintomáticos. El prurito puede tardar de 4 a 6 semanas en aparecer tras la primera infestación. Si el prurito es muy intenso se producen escoriaciones por el rascado, eccemas y sobreinfección bacteriana secundaria con poliadenopatías regionales cervicales y occipitales. La localización más frecuente son las regiones postauriculares, cerca de la nuca y en la coronilla. La infestación no es más frecuente ni por la longitud del pelo ni por la frecuencia de uso de champús ni el tipo de peinado. Los piojos prefieren el pelo limpio al sucio y el liso al rizado. Hay más niñas que niños afectados dado el contacto más frecuente cabeza-cabeza al realizar juegos más tranquilos y contacto más directo. La edad de máxima afectación es de 3 a 10 años.
 
La transmisión de la infestación es por contacto directo cabeza-cabeza y mucho menos por fómites (vestidos, peines, sombreros, ropa de la cama, objetos de uso personal) aunque este método de transmisión no es universalmente aceptado.
 
Es más frecuente detectar la infestación por la visualización de liendres que de piojos vivos. En cada infestación hay de 8 a 12 piojos vivos pero numerosísimas liendres (hasta 100). El piojo vivo se esconde de la luz, huye, se asusta y se mueve rápidamente en cualquier dirección: su tamaño es como un grano de sésamo; cuando son ninfas son transparentes y más difíciles de ver, pero cuando han ingerido sangre se vuelven marronáceas y oscuras.
 
Hay que evitar confundir las liendres con pseudoliendres (caspa, productos de descamación epitelial, pelusa...). La liendre no se moviliza del pelo mientras que lo que no lo es se moviliza soplando o por eliminacion manual más fácil. Hay que recordar que muchos niños infestados no tienen picor. Observar 1-2 liendres después de un tratamiento no significa reinfestación.
 
El hecho de que haya un brote en el colegio no signfica que todos los niños estén infestados. Los brotes obligan al cribado con lendrera (peinado con marfil) pero no a usar pediculicidas de forma no discriminativa.
 
TRATAMIENTO
 
a) Eliminación de piojos o liendres

La mayoría de expertos están de acuerdo en que antes del tratamiento debe hacerse una identificación de los piojos vivos y de los huevos fecundados, no sólo de las liendres. Paralelamente se tratarán únicamente aquellos miembros de la familia que estén también infestados.
 
Puede usarse la permetrina a partir de los 2 meses de edad aunque los otros pediculicidas no deberían usarse en menores de 2 años. En estos casos se recomienda la eliminación manual de piojos y liendres.
 
La eliminación manual es la mejor opción siempre que sea posible y sobre todo si los fármacos han fallado. La Asociación Americana de Pediculosis insiste en que todas las pediculosis se podrían curar sólo con un peinado excelente con una buena lendrera (marfil).
 
La mayoría de grupos expertos recomiendan siempre el uso de la lendrera después de la aplicación del fármaco para eliminar piojos vivos, ninfas y liendres. Se debe peinar el pelo a días alternos o incluso cada día hasta que ya no se observen huevos o liendres. El peinado será meticuloso y sin olvidar ningún área. Cuando hay diagnóstico de infestación se peinará al menos durante dos semanas.
 
No se deben tratar a gatos o perros u otros animales domésticos. Las sillas y los sofás no necesitan desinfestación, si acaso sólo aspiración.
 
Las lendreras se utilizarán con el pelo mojado. No poner suavizante antes de los pediculicidas ya que abrigan y protegen al piojo del mismo.
 
b) Fallos del tratamiento

Los fallos del tratamiento pueden deberse a: uso incorrecto del pediculicida, infestación importante, reinfestación, resistencia al tratamiento. El lindano no debe utilizarse por la neurotoxicidad.
 
PREVENCION
 
El control de los fómites es un aspecto controvertido. Mientras el cribado (marfilado) de las personas es un aspecto básico de la prevención, la supervivencia del piojo fuera del huésped más de 1 o 2 días es rara. La ropa o los elementos personales que sean sospechosos de haber estado en contacto con el piojo (2 días antes del tratamiento con pediculicidas) se lavarán con agua caliente o se aspirarán o se limpiarán en la tintorería.
 
Lo que no pueda limpiarse así se puede poner en una bolsa de plástico durante dos semanas. Los peines y los cepillos pueden limpiarse con agua caliente, alcohol o un pediculicida.
 
Los pediculicidas no deben usarse para la profilaxis (con frecuencia se venden en las farmacias champús o colonias a tal efecto).
 
No se debe prohibir a los niños que vayan al colegio. No tratar al que no se tenga seguridad que está infestado. Y recordar que aún en las mejores condiciones algún piojo o huevo embrionado puede quedar.




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